martes, septiembre 22

Palpo para la F1: El caso Crashgate



Ayer, el consejo mundial de la FIA se acabó el rollo de palpo (papel -higiénico- pa' el po...) y daba su veredicto sobre el caso de conspiración para adulterar el libre desarrollo del Gran Prix de Singapur 2008, mejor conocido como "El Caso Crashgate".

Y es que Nelsinho Piquet, hijo del renombrado campeón brasilero, dijo que le ordenaron estrellarse para beneficiar con la victoria a su compañero de equipo, nada menos que Fernando Alonso. Cuando le preguntaron quién, señaló con el dedo a su jefe y verdugo, Flavio Briatore.


El mundillo de la F1 lo vivio así: Eddie Jordan, antiguo propietario de lo que hoy es Force India, no le encontraba lógica a la supuesta maniobra que le dió la victoria a Alonso, ya que no cambiaba en nada el desenlace de la temporada al no estar, ni Alonso ni Renault, peleando por el campeonato y sólo se beneficiaban con ganar una carrera, la única de ese año para el mimado Alonso. Damon Hill decía que lo peor aquí es el daño tremendo a la imagen de la F1 y de Renault sobretodo y otro campeón, como Sir Jackie Stewart y quién no tiene pelos en la lengua no podía dejar de sentir el olor a podrido en todo esto, decía.

Renault hechó a Flavio Briatore y Pat Symonds al momento y antes de que la FIA hiciera siquiera alguna pregunta, dando así a entrever que los gestores de esta, llamemos, mala idea, fueron ellos y que el resto del equipo ni Fernando Alonso tenían nada que ver, así como también, dando a entender su arrepentimiento e intenciones a ayudar a la FIA a llegar a una buena solución.

Según la telemetría estudiada por la FIA, Nelsinho tenía problemas de pérdida de adherencia en esa curva, por lo que dejeba de acelerar cada vez... salvo en la vuelta en la que se estrelló. ¿Qué raro, no?


Esto, más las declaraciones de ambos Piquet y la rápida expectorada de Briatore y Symonds, hizo que el veredicto final sea en cierta manera rápido y nada doloroso para el equipo. Así, la FIA declara a Renault culpable de las acusaciones inpugnadas en su contra por conspiración y son expulsados de la F1 de por vida. ¡Pero!, como actuaron rápido, la sanción se reduce a dos años, durante los cuales serán observados y si se repite este incidente, serán expulsados de manera definitiva de la F1. Ahora sí de adeveras deveritas, como dice el burrito de Shrek.

Pero no sólo por esto, Renault mantiene varios "business" con la F1, por ejemplo están las categorías inferiores que son la cantera de pilotos en la F1, así como que también es uno de los más importantes proveedores de motores en la F1.


Flavio se lleva la peór parte: expulsado de por vida de la F1 y su nombre no podrá verse jamas implicado de ninguna manera en ningúna competencia bajo el paraguas de la FIA. Symonds será expulsado sólamente por 5 años del gran circo y Nelsinho ha obtenido la impunidad por haber denunciado este hecho, el problema es que su futuro en la F1 será bien negro a partir de ahora.

Pero esto no es lo peor. EN el caso de Flavio, que es manager de varios otros pilotos como Mark Webber, Heikki Kovalainen, Romain Grosjean y Lucas di Grassi. En el caso del primero, parece tener su futuro asegurado en Red Bull, el segundo la ve más complicada, ya que está prácticamente fuera de McLaren y los demás, pues, deberán lucharla con menos armas para entrar en la F1.


Además de esto, Flavio tiene otros problemas deportivos, ya que es co-propietario del Queens Park Ranger, un equipo de fútbol de primera división de la liga inglesa. Según el reglamento de los clubes, ningún propietario puede tener problemas disiplinarios deportivos en otras disiplinas, por lo que Briatore estaría perdiendo también este negocio deportivo.

Mejor que se consiga un gran rollo de papel higiénico...

Pero quién llenará el hueco dejado por Flavio Briatore en Renault, tal parece que todas las miradas apuntan a el profesor Alain Prost, quién siempre estuvo del lado de Piquet y haciéndole ojitos a la FIA. Esperemos que su supusto retorno a la F1 sea tan bueno como cuando fue piloto, ya que como jefe de equipo dejó mucho que desear...

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