Roberto Pardo logró hoy completar con éxito una fructífera semana sobre su Subaru Impreza y en compañía de su inseparable escudero y amigo Gianpier Giacchetti, inscribieron sus nombres en la sala de la fama de esta mítica y tradicional carrera, que se niega a dejar las raíces que le dieron vida y forma a este querido deporte. A pesar del paso del tiempo, Caminos del Inca se aferra a su legendaria historia.
Esta XXXVIII Edición del Gran Premio Nacional de Carretera Caminos del Inca tiene nuevo dueño y recién luego de catorce intentos puede celebrar una victoria perseguida desde hace mucho tiempo. “Es un sueño hecho realidad. Ha sido una carrera muy dura, más veloz de lo que pensaba. Entre Huancayo y Ayacucho me agarraron frío, pero después impuse buen ritmo hasta el final,” declaró un afónico Pardo tras gritar con alma, corazón y vida este éxito.
“Entre Cusco y Arequipa tuve algunos problemas, pero Ricardo Dasso también los sufrió. Así llegamos a la última etapa con una envidiable ventaja. Salí a 230 kilómetros por hora, pero cuando vi a Ricardo parado en Atico bajé un poco el ritmo, pero no tanto para no quedarme dormido. Desde allí administramos la diferencia y a celebrar se ha dicho,” agregó con la poca voz que le quedaba.
Pardo totalizó para la prueba 19 horas 33 minutos 04 segundos, consiguiendo el astronómico tiempo de 1h38m11s de diferencia con respecto al segundo de la clasificación general: Roberto Matos, quien ganó la N4 Light.
Pardo fue el primero en la N4, categoría que tuvo como segundo al experimentado Ricardo Dasso con 21h17m25s, mientras el inglés Steve Pérez fue el tercero con 22h07m57s.
Pardo no se conformó con ganar este año el Premio Presidente de la República. Bien por él.
Fuente: Grupo Firbas
Fotos: www.caminosdelinca.net
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